Una buena educación sexual
- integral, transversal y continuada y con bases científicas -
Permitirá desde la primera niñez proteger la dignidad y la integridad de las personas. Permitirá potenciar la reflexión y el análisis crítico hacía actitudes y comportamientos incompatibles con nuestro bienestar sexual.
Permitirá una exploración de la sexualidad libre, tolerante y responsable.
Permitirá identificar la necesidad de ayuda.
Permitirá alcanzar la atención sanitaria, la terapía o el asesoramiento a tiempo.
Muchos niños reciben una denominada educación sexual en el área de ciencias naturales que se reduce a la reproducción y las infecciones de transmisión sexual (ITS). No integra los conceptos de cuerpo y salud desde una perspectiva más amplia.
Y tampoco integra los aspectos afectivos de la sexualidad:
- las relaciones respetuosas y los abusos.
- la igualdad y la diversidad.
- el género y la orientación sexual.
- el placer y el erotismo.
Las últimas décadas de avances tecnológicos han permitido un acceso fácil e inmediato a los conocimientos en Internet, la vía principal de información para los jóvenes. Sin embargo, también de información incorrecta e incompleta. Información cargada de prejuicios y estereotipos. Información que marca desfavorablemente el desarrollo y la expresión sexual – afectando la integridad personal.
Los jovenes, sin darse cuenta, están constantemente en una educación sexual – pero inadecuada.
Según la UNESCO, la educación es un derecho humano esencial y la base para la paz y el desarrollo sostenible. Dentro de estos derechos humanos están los derechos sexuales. Para lograr bienestar y salud sexual individual y comunitario, para lograr un ejercicio pleno de los derechos humanos, hemos de empezar por una educación sexual al alcance de todos los niños y en todas las etapas. Una educación sexual adecuada, adaptada a las capacidades del niño, dada con cariño y respeto y fundada en bases científicas.
Sembremos libertad, diversidad y responsabilidad sexual!
§ los derechos a la vida, la libertad, la autonomía y la seguridad de la persona;
§ el derecho a la igualdad y la no discriminación;
§ el derecho a no ser sometido a torturas o a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes;
§ el derecho a la privacidad;
§ los derechos al grado máximo de salud (incluida la salud sexual) y al nivel máximo de seguridad social;
§ el derecho al matrimonio y a formar una familia con el libre y completo consentimiento de ambos esposos, y a la igualdad dentro del matrimonio y en el momento de disolución de este;
§ el derecho a decidir el número de hijos que se desea tener y el intervalo de tiempo entre los nacimientos;
§ los derechos a la información y a la educación;
§ los derechos a la libertad de opinión y de expresión; y
§ el derecho a la reparación efectiva en caso de violación de los derechos fundamentales.
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